martes, 23 de diciembre de 2008

Sustitución


—Bien, procedamos con la verificación de los módulos personales. Contramaestre P2.
—Se solicita que la sustituya de la navegación del BuKu entre las Constelaciones de Sagittarius.
—Mecánico KK.
—Se pide la remodelación de la cabina de mando por ser improcedente con las necesidades de navegación estándares y una posterior modificación de los sistemas de transportación a bordo.
—Científica K3.
—Debo recoger muestras de material en las tres zonas a explorar, sellarlas sin realizar ningún tipo de análisis a bordo y enviarlas a la base espacial de…
—C50, ojalá te soliciten que elabores un menú afrodisiaco…, para el paladar.
— ¿Cómo adivinaste? Luego de concluida la misión… ¡party!
—En esta fase se me ha dispensado de toda tarea, ni siquiera debo ocuparme de la verificación de las vuestras… (Muy extraño)… me retiro a mi camarote, cualquier consulta no duden en llamarme.
¿Quien tiene mi Bitácora? No confió en ninguno de ellos y estoy encerrada a tanta distancia de un sector habitado, ¿Qué hacer?... Simular que todo sigue su curso hasta huir de todo esto. ¡Cobarde!..., ¡eres una pusilánime cobarde!..., así fue cómo llegaste a esta nave…, escapando de tu peor pesadilla, que una y otra vez se te cruza en el visor del plano mental… ¿Hasta cuándo?
Y ellos… El Contramaestre P2 de tan puntilloso, me crispa los nervios; la Científica K3 de tan suave, me detiene la sinapsis neuronal; el Mecánico KK de tan burdo, me relaja el esófago y C50 de tan…, de tan…, de tan individual, parece que no interfiere con ningún aspecto de mi organismo. “Vivir y dejar vivir”, además elabora unos manjares, que sólo por eso le excuso de cualquier intransigencia.
No puedo estar sin escribir…, hasta que encuentre mi Bitácora intercalaré mis apreciaciones de este periplo en el cuaderno de anotaciones técnicas. ¿Dónde lo guardo? Cuanto más a la vista, menos sondeo…, aparte…, a quien le interesa un simple librillo…

viernes, 28 de noviembre de 2008

Punto de anclada x=3


Estamos en x=3, no reconstruyo cómo llegamos a la zona de anclaje en la Constelación de Sagittarius. El Contramaestre P2 está actuando de forma extraña, me observa inquiriendo una manifestación mientras supone que no lo advierto.
Abro mi módulo. Se solicita, ¡al fin!, que comencemos con la adecuación a niveles de tolerancia en busca de material radioactivo 210Po en Scutum, cuya área es de 109 grados cuadrados. Espero que funcione el escudo anti meteoros, aquí abundan y aparecen sin previo aviso.
Luego debemos continuar con Aquila de 652 grados cuadrados, aún con mayor cantidad de meteoritos y un radio más extenso a cubrir.
Por último nos dirigiremos a Delphinus, donde su tamaño es de 80 grados cuadrados más que Scutum. La buena noticia es que no existen las lluvias de aerolitos.
—Mensaje a todo la tripulación: verificar los módulos individuales de fase tres; reunión en el espacio colectivo; punto de anclada completo; x=3… En un intersticio.
Me desplazo lánguidamente hacia el nivel inferior. No siento tensión muscular ni neuronal. Me encuentro con un aspecto reposado de equilibrio físico-químico.
Me recibe una decoración paradisíaca, los paneles muestran una exuberante vegetación de palmeras en unas playas doradas, el oleaje moderado del mar turquesa mixturado esmeralda y translucido con todo tipo de vida acuática desde peces multicolores, delfines, tiburones, manta rayas, langostas, cangrejos, almejas, hasta mejillones adosados al peñasco que irrumpe dentro de las aguas. Mi ecosistema conocido. Oigo el arrullo de las olas. Huelo esa mezcla de salitre y aromas marinos. Estoy en casa.
—Capi, ¡qué bien se te ve!
—Gracias, C50. Será porque han dispuesto mi sistema oriundo.
—Capitana F1, ¡Cuánto me alegra verla nuevamente!
—Lo mismo digo, Científica K3.
—Es un honor contar con su presencia.
— ¿Se siente bien?, Contramaestre P2.
—Capitana F1 es usted un miembro irremplazable.
— ¿En serio?, Mecánico KK.
¿Habrán ingerido un alucinógeno colectivo? Desconfío cuando una tripulación me trata con tanta deferencia… ¿qué ocultan?

miércoles, 1 de octubre de 2008

Resurrección


Me siento extraña. Visualizo mi cavidad interna un tanto trasladada hacia el lateral izquierdo, en la zona dorsal posterior.
Recuerdo vagamente una discusión, un posterior altercado y un hombre sin rostro que me intimida. A ver qué fue lo último que escribí en la Bitácora del BuKu. Pero… ¡No está! ¡Es inconcebible! Salgo atestada de flujo sanguíneo entre mis sienes. Me detengo en el centro del corredor y grito con mi máximo caudal sonoro:
— ¿Quién ha robado la Bitácora del BuKu de mi camarote?
—Capitana F1, ¿me puede explicar que hace dando esos alaridos?
— ¿Dónde está la Bitácora BuKu? Contramaestre P2 usted fue el último que recuerdo. Dígame: ¿por qué la hurto? Lo seres saturninos siguen las reglas…
—Le tolero este comportamiento, porque entiendo que ha pasado por circunstancias extremas, pero no me presione…
—No comprendo de qué me habla.
—Capi, te necesito en mi cocina. Tienes un paladar selecto y elaboré unas trufas de chocolate con un ingrediente especial que deseo degustes y me des tu más sincera opinión.
—C50 ¿Cómo me puedo negar a tan deleitable invitación?
Veo de perfil como dos cráneos juntos se asoman desde el compartimiento de la Científica K3. Después de mi última relación afectiva no me interesa, nunca más, entregarme plenamente a otro ser, que ejecuten lo que les plazca con sus organismos.
Entró por primera vez al receptáculo de elaboración alimenticia, es un lugar amplio, por estar simplemente para conceder gustos olvidados. Todo es metálico, los paneles, la gran mesada, los artefactos para la cocción, la batería, los anaqueles, parece que estuviéramos en una fundición, sólo que se cuecen manjares en vez de metal. Además se respira una limpieza higienizada desde el plano hasta la bóveda, pasando por cada uno de los objetos y materias primas que desconozco por completo.
—Capi, cierra los ojos y abre bien grande la boca. Esto merece la atención de todo tu organismo sensitivo.
— ¡Qué placer!, C50, sólo por esta delectación vale la pena haber aceptado comandar el BuKu.

viernes, 8 de agosto de 2008

Cuerpo inerte


— ¿Dónde está el Gerente PU? ¿Quién lo retiró del camarote de la Capi?
— ¿No lo retiraste tú? KK, eres el único hombre hercúleo de la nave.
— ¿Cómo puedo estar en dos lugares al mismo tiempo? ¿Habrás sido tú?, K3. Tampoco se te ve tan endeble...
—Punto final a una discusión sin sentido. Si estaba muerto no puede haberse impulsado por sí mismo y quien lo haya movido de la ubicación, expóngalo por la propia preservación de la navegación. Es muy peligroso un cadáver que no se sabe dónde está…, descomponiéndose.
—Por lo menos por el olfato lo detectaremos, ¿no?
— C50, usted también es sospechoso. Será delgado pero tiene nervios, la cocina puede ser demoledora sin resistencia.
— ¡Eh!, que yo no me llevé al Gerente PU a ningún lado…
—La única que no está involucrada es la Capitana F1. Todos los demás en una u otra táctica pudimos desplazar el cuerpo inerte.
— ¿Y quien asegura que estaba en estado inanimado? El único que lo vio con detenimiento fue el Mecánico KK.
—Científica K3 termine de incriminarme. Soy inocente hasta el suspensorio que me he mudado…
—En representación del mandato rarefacto y como segundo al mando asumo la comandancia y solicito a toda la tripulación reflexionar lo sobrevenido en sus camarotes, de inmediato.
—Pero, si ni siquiera me he bebido este brebaje que…
—Mecánico KK, traslade la copa consigo…, a su camarote.
—Cada vez que sucede un imprevisto nos mandan a dormir, sin disfrutar del postre…
—KK sígueme, que esto se está haciendo in eternum
—Como dictamines, venusina. ¿Tú me darás a probar el postre?
— ¿Y a mí, qué? Sigo siendo invisible para todos. Yo también necesito un poco de afecto.
—A mi no me mire. Concretamente soy asexual desde que nací.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Memoria Gnosis


Ingresamos al camarote de la Capitana F1. Todo está en orden. El Gerente PU ha desaparecido sin dejar rastros. Es imposible.
—Colóquela suavemente sobre la cama, Mecánico KK... Retírese. Por favor. Necesito completar la recuperación a solas… Gracias.
Salgo al corredor. Me esperan ansiosos la Científica K3 y C50.
— ¿Qué sucedió? Cuéntame, que me voy a desmayar de los nervios.
—Mejor vamos al espacio colectivo, necesitamos que nos prepares algún brebaje vigoroso.
Mientras descendemos le ensarto una garra en las posaderas a K3. Estas situaciones despiertan mi testosterona. No me rechaza. Buen signo.
—Ya regreso con las bebidas. Volveré lo más rápido que pueda. ¡Espérenme!
—No es necesario que te aceleres, la Científica K3 y yo tenemos un dialogo pendiente.
Espero que C50 desaparezca y me precipito sobre K3.
—No tenemos mucho tiempo. Uno rapidito y ya está.
—Pues, no. Te voy a enseñar modales y conducta amatoria.
— ¡Es que necesito relajarme!
—De acuerdo, al final de la jornada ven a mi camarote. ¿Qué sucedió con la Capitana F1?... ¿A dónde la llevaron?... Y ¿el Gerente Pu?... ¿Dónde está?
Le conté todo lo que había presenciado hasta los más mínimos detalles…
—Acá tienen un cóctel rose rosado espumante. Esto nos serena a la mitad de la copa. A la salud de la Capi, ¡por una pronta mejoría y mejor mandato!
— ¿Qué representa este jolgorio?
— ¿Cómo está la Capi? Bebe esto, quizás te puedas relajar por una vez en tu vida, P2.
—Es incongruente, nuestra líder se está muriendo y ustedes festejando.
— ¿Tan grave es?
—Luego de semejante intervención de la cual ha sido testigo, ¿me pregunta eso?
—Es que está un poco distraído el Mecánico KK. ¿Necesita de mis conocimientos científicos?, Contramaestre P2
—Ya está activada la regeneración. Sólo resta esperar cómo evoluciona. Hay una cuestión, abduje a la Capitana F1...
...Se le ha borrado de su memoria gnosis las escenas dentro del BuKu con el Gerente PU. En su mente nunca han sucedido.

lunes, 7 de julio de 2008

Sala de estabilización


De camino al puente de mando donde se encuentran todos los controles, interruptores y comandos de la nave, me cruzo con la Científica K3.
— ¿Lo exterminaron?
Sigo impertérrito hacia el nivel superior. Busco el panel principal de interruptores del BuKu. No existe. Es imposible que no se pueda realizar esa operación de forma manual. Esta nave no está diseñada como la mayoría. Hay algo infrecuente en sus comandos…
—Contramaestre P2… Están muertos. ¡Qué horror! Abandono la cocina de este velero.
Mientras desciendo sigo pensando que es inadmisible que no existan controladores voluntarios en el BuKu.
— ¿Qué significa todo este alboroto?... Mecánico KK.
—El Gerente Pu tiene despedazada la cara. La Capitana F1 está agonizando.
—Urgente, a la sala de estabilización.
— ¿Y eso donde queda?
—Cójala en sus brazos y sígame.
Recorremos unos pasadizos secretos que nos conducen directo a un gabinete intensamente iluminado. Depositamos el cuerpo casi sin vida de la Capitana en una maquinaria estrambótica. El Contramaestre P2 enciende la unidad. Veo como ese organismo desfalleciente se va inoculando de vigor.
—Cuando le avise corte la energía… Mecánico KK… ¿me escucha?
—Sí, si…
— ¡Ya!
— ¿Qué es todo esto, Contramaestre P2?
—Tecnología de avanzada.
— ¿Qué significa?
— ¿Quiere que la Capitana resucite?
—Claro, parece una buena colega...
—Pues, cumpla absolutamente con lo que le ordeno. Estamos en fase crítica. Se debe reparar el omoplato derecho, acoplar un nuevo brazo y redistribuir nuevo fluido sanguíneo. ¡A trabajar!
Desconocía las habilidades médicas del Contramaestre P2. Luego de unas cuantas directrices expresadas de manera tajante y sin mediar un mínimo de cortesía advierto como la Capitana F1 entreabre los párpados.
—Capitana F1, ¿cómo se siente?
—Me duele un poco la cabeza. ¿Dónde estamos?
Me percato que el Contramaestre P2 le inyecta un líquido en el brazo derecho y la adormece.
—Cargue a la Capitana F1. La devolvemos a su camarote.
Me estoy cansando de recibir órdenes como un esclavo. Está bien que posea mucha musculatura, pero eso no da derecho a que me traten como a un estibador de puerto espacial.

lunes, 19 de mayo de 2008

Discurso banal


— ¿Qué es eso tan sibilino que me tienes que comentar?
—He dejado de ser impenetrable.
— ¿Qué estás diciendo?... Yerros.
—No es ningún error.
—Entonces…, ignominias.
—No me arrepiento, a pesar que no transcurrió como…
— ¡Basta! Culmina con este discurso banal. No puedes haber transmutado tanto. Nosotros provenimos de planetas transpersonales. Nuestra laya es insuperable. No nos involucramos con esa categoría del Sistema Solar.
—Hay más…He acoplado con una homónima.
— ¡Basta! ¡Basta! ¿Cómo nos has hecho esto? No puedo permitir que arruines mi trayectoria.
El golpe me elevó a más de veinte centímetros del plano y volé hasta que mi espalda se estampó contra el receptáculo de higiene. Sentí como el omoplato derecho chispeaba. Me quedé muy quieta en posición fetal, con los miembros inferiores protegiendo mis vísceras.
Camina en mi búsqueda. Me respira sobre la cara. Verifica mis signos vitales…
¿Qué se hace en una situación como ésta? Gritar; los camarotes son insonorizados. Suplicar; la predestinación está iniciada. Escapar; me supera en tamaño y energía. En lo que dura un abrir y cerrar de ojos estiro las piernas con tanta ferocidad que le atino de pleno en la cara. Se bambolea hacia ambos lados. En su rostro veo el reflejo del destino que me había designado.
Dejó de percibir mi lateral derecho. El brazo está totalmente amoratado. Una punzada constante y aguda por detrás me avisa que sigo con vida. Pierdo el sentido.
—Gerente PU, le informa el mecánico KK que la nave se encuentra en estado óptimo de mantenimiento. Se ha realizado una exhaustiva revisión en las secciones exteriores y se ha cubierto el escudo anti-meteoros con otra capa protectora de titán.
Silencio. Vuelvo a oprimir el intercomunicador.
—Gerente Pu, estamos en condiciones de proceder a la desmaterialización del BuKu.
Silencio.
—Capitana F1, solicito permiso para ingresar a su camarote.
Silencio.
— ¿Qué sucede, Mecánico KK?
—No contestan, ¿Qué le parece que hagamos, Contramaestre P2?
—Permítame… Gerente PU solicito abra el panel de ingreso.
Silencio.
—Capitana F1, solicito abra el panel de ingreso.
Silencio.
—Mecánico KK le hago partícipe de mi dictamen de abrir en forma manual la única vía de ingreso al camarote de la Capitana F1.
—Si no queda otro recurso.
—No se mueva de aquí hasta mi regreso.

viernes, 16 de mayo de 2008

Motín a bordo


— ¡Esto es un atropello!, jamás me habían tratado tan despectivamente.
—C50, ¿qué te sucede?
—KK, ese hombre es una bestia…; peluda…; retrograda…; malvada...
—…Entonces…
—No ves que tanto el Contramaestre P2 como C50 se han visto humillados por el comportamiento omnipotente del Gerente PU. Si esto sigue así, pido reversión a Venus.
—Pues les recomiendo que se vayan acostumbrando porque en los niveles jerárquicos se comportan en modo tan arbitrario e injusto como el Gerente… Se creen los hacedores de la Galaxia.
—En mi situación profesional, no me queda otro procedimiento que presentar mi renuncia.
—P2, no te lo tomes a título personal, a mí también me trató peor que a una basura galáctica. Si quieres lloramos juntos y nos desahogamos.
— ¿Qué me está proponiendo? Cocinero de a bordo C50.
—Ok. Nada…, P2. ¡Qué poco sentido del humor!..., con lo que necesito distenderme.
—Podemos recurrir al vulgarmente llamado “agua y ajo”, (para los neófitos: aguantarse y a joderse) o presentar una renuncia en conjunto y abandonar la nave, con las consecuentes expulsiones por DIC, Desobediencia; Insubordinación; Conspiración.
—KK, este es mi primer trabajo, no puedo sublevarme. En más de mil pársecs volvería a trabajar de FIQ.
— ¿Entonces?, la primera opción o…
—…Nos deshacemos del Gerente PU… leí un libro: “Como matar a su jefe y no despertar sospecha”.
—Por favor, C50, en una nave, donde sólo estamos los presentes, ¡eso es absurdo!, recaerá la certeza en uno o varios de nosotros, lo mismo da…
—Pero, ¿si logramos que parezca un accidente?
Nos congeló la propuesta del Contramaestre P2, por lo fría y distante que sonó su voz.
—Bueno, dejemos las conjeturas para otra oportunidad que vamos a despertar sospechas sin haber consumado ningún plan. Debo comenzar con el escudo anti meteoros para preservar nuestras vidas.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Discusión pública


—Me vas a sugerir que todo esto lo haces… ¿por amor?
—Por supuesto, te amo y lo sabes.
—Todo esto es por tu insufrible ego plutoniano. ¿Cómo una neptuniana, tan poco meritoria, se ha atrevido a abandonarte?
El Contramaestre P2 nos exhortó a la cordura.
—Por favor, Comandancia conjunta. Esto es vejatorio, agraviante y vergonzoso para el resto de la tripulación. Si no ponen fin a esta discusión “íntima” me veré en la obligación de informar vuestras actuaciones, con el correspondiente asentamiento en vuestros respectivos currículum vítae y las sanciones correspondientes.…
—Se atreve a formalizar esa amenaza y le prometo que nunca más podrá conseguir otro empleo en la Galaxia, excepto de BITC… ¿le traduzco?, de Basurero Intergaláctico a Tiempo Completo. ¿Le ha quedado claro?, o ¿necesita que se lo vuelva a repetir?
Por la palidez que brotó del rostro del Contramaestre P2 quedo sin lugar a dudas que no era necesario reproducir lo antedicho.
— ¿Algún otro comentario?
Iba a refutar que él no era dueño de la Galaxia, pero asumí que a esas alturas nada de lo que se dijera tenía importancia. No hay ser más necio que él que se niega a razonar.
—Gerente PU solicito continuar esta conversación en mi camarote.
—Ya estás entrando en razón, y… ¿para qué?
—Necesito hablar contigo “en privado”
—Tripulación: solicito que se retiren de la cabina de mando. Urgente.
Mire al Mecánico KK con una expresión de pánico: ojos desorbitados, labios comprimidos, maxilares apretados, cejas elevadas, todos los gestos en extremo exagerados.
—Gerente PU es imprescindible que ajuste los mecanismos del BuKu antes del punto de zarpada. Deberé aplicar una capa extra anti meteoros para evitar las perforaciones a este cachivache. No sé cuánto tiempo me demandará. Lo mejor es que comience ya.
No poseerá sensibilidad alguna, pero lleva mucha galaxia recorrida y sabe leer las expresiones femeninas, aunque hay que dramatizarlas un poco para que tome nota.
—De acuerdo, Mecánico KK inicie las modificaciones de inmediato y preséntese en el camarote de la Capitana F1 cuando estemos prestos para partir.
Me miró de soslayo, con su gesto triunfal, una media sonrisa que más bien se asemeja al hocico de un dóberman, en el instante previo a clavarte sus fauces

viernes, 9 de mayo de 2008

Constelación de Sagittarius


Ya en el nivel superior, el resto del equipo nos observa. PU le dirige una mirada de desprecio a KK, en modo de advertencia. Habrá cambio de Mecánico por algún inconveniente poco habitual, aunque innegable en breve… A nadie le permite desafiar su poder, muchas han sido las ocasiones que presencié con la maestría que, según él: “pisoteaba inmundas cucarachas”…
—Comenzamos la reunión. Traté que fuera conjunta, pero al no ubicarla en su camarote Capitana F1, decidí unilateralmente no demorar más la partida del BuKu hacia nuevo destino. Contramaestre P2, informe el nuevo punto de anclada; x=3.
—En mi módulo se solicita nos dirijamos a la Constelación de Sagittarius, que es centro galáctico de la Vía Láctea y por consiguiente una zona de exorbitante dinamismo con gran cantidad de objetos de cielo profundo, cúmulos estelares y nebulosas. Cubre un área de alrededor de 867 grados cuadrados. Se debe tener precaución dada la extensa lluvia de meteoros que suele producirse en sus inmediaciones.
Praxis fijada en explorar Scutum, Aquila y Delphinus para controlar los niveles de tolerancia de la zona y rastrear posibles contaminantes como el Polonio 210.
—Gracias Contramaestre P2. ¿Alguna observación?
Silencio.
¿Qué iba a comentar?, que otra vez nos envían a un vórtice alejado de donde nos localizamos sin haber ejecutado ninguna tarea. Preferí callarme la boca y dejar que tomara control de la nave.
—Capitana F1 le solicito me entregue la Bitácora del BuKu para continuar con las anotaciones.
—De acuerdo, Gerente PU… si es que la encuentro.
— ¿Cómo?
—Creo que la he perdido.
—No te creo. Es otra de tus fabulaciones para despreciarme.
—Tú me estas castigando al solicitar compartir la dirigencia de esta nave con tu “ex” compañera.
—No me dejaste otra opción…, al desaparecer de la faz de la Galaxia.
— ¡Eres insoportable! Siempre tienes una respuesta válida, además de la última palabra emitida.
—No estás siendo objetiva.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Masajes aromatizantes


Me dispongo a descansar luego de tanto ajetreo emocional. No puedo. Me levanto y sin siquiera reflexionar voy hacia el camarote de la Científica K3. Llamo.
— ¿Quién es?
—Capitana F1.
Se abre el panel de ingreso. Me reciben unos dedos suaves y delicados que acarician mis mejillas.
—Te estaba esperando.
Me abalanzo sobre ella pero me detiene por los hombros.
—Se nota que no posees la menor experiencia en el arte de amar. Si quieres…, te enseño a mi manera. ¿De acuerdo?
Asiento con la cabeza.
Me hace repetir todo lo que sucediera entre nosotras pero al revés. Soy yo la que le enjabona todo el cuerpo. Cuando llego a la entrepierna me detengo. Excepto mi propio sexo, jamás he tocado ninguno. Apoya su mano sobre la mía y me guía como realizar el movimiento. Notó como se estremece hasta que me suelta. Sale del receptáculo de higiene y se pone un albornoz que casi de inmediato tira al plano. Acomoda su esbelta figura sobre la cama de cubito ventral y observa cómo me ducho a mí misma, sin detenimiento, excepto una parte de mi cuerpo que sí higienizo en detalle.
Cuando me enfilo hacia ella estira su brazo y toma un frasco de aceites aromatizantes que deja caer entre mis palmas. Comienzo a darle un masaje por todo el cuerpo, desde la punta de los pies hasta…
—Mensaje a toda la tripulación: Gerente PU solicita una reunión urgente en el puente de mando.
Me asustó y le derramo parte del fluido. Coge una toalla y se quita ese brillo cutáneo. Se viste en lo que tarda un rayo cósmico en estallar. Resignada la imito mientras miro como sale lanzada hacia el exterior.
Salgo justo en el mismo instante que el Mecánico KK termina de pasar frente al compartimiento. Ruego que no se dé vuelta, mas se detiene. ¿Me habrá visto por el rabillo del ojo?
— ¿Qué hacías dentro del camarote de K3?
—Necesitaba hablar con una amiga.
— ¿Una amiga?

martes, 6 de mayo de 2008

Reencuentro


Se van retirando los comensales. Me quedo a solas con PU. Ya no siento temor. Es otro juego de poder.
—Te noto diferente y no sé en qué.
—Las experiencias te hacen cambiar.
—Cuantas veces te tengo que decir que ella no significo…
—No me refiero a tus experiencias, sino a las mías.
—Me vas a contar que ese mecánico bruto y tosco modificó tu sentimiento por mí.
—… No sólo él…
—Vamos, delfincita, nadie te ama como yo.
—Eso es verdad… Depende como lo mires.
— ¿Quién te ha tratado como a una reina?
—Nadie, en eso tienes absoluta razón.
—Entonces, ¿por qué te escapaste de mí con seres totalmente desconocidos?
—Necesitaba respirar mi propio O, que algo dependiera de mí, todo era nosotros, tú, nosotros. Sí, era tratada como a una reina… prisionera de ti y asfixiada por tu entorno…
—Pero, todo lo hice pensando en ti.
—Quizás nunca te haya pedido tanto.
—Me dejas aturdido. Suponía que tenías un ataque de celos. Este asunto es vituperable.
—Como has dispuesto venir hasta mi lugar de trabajo a averiguarlo... Lo sabrás, pero tenemos mucho tiempo por delante. Encaminémonos despacio.
Di medio giro sobre mi misma y salí hacia el nivel de los espacios de relax. Estaba un poco mareada. Las piernas me temblaban una décima. No había superado mi sometimiento para con él. La distancia física sólo me había hecho creer en quimeras. Continuaba bajo sus redes emocionales como los atunes atrapados en la almadraba en medio del mar.
Se abre el panel de ingreso del primer camarote enfrente del de la Científica K3. Escucho sollozar.
—No tenía derecho a tratarme así, Capi. Lo detesto.
—Pero C50, ¿qué te ha lastimado tanto?
—Capi, no comprendes porque no sientes diferente a tu forma biológica.
— ¿Puedo sincerarme contigo?
— Prefiero que no, Capi, no te ofendas…, pero a veces la confianza da asco.
—Tienes razón.
—Sólo soy el cocinero de a bordo, tu más ferviente admirador homosexual.

lunes, 28 de abril de 2008

Agasajo de bienvenida


Se abre el panel de ingreso a la nave. Se desliza el compartimiento de emergencia. Al fondo del largo corredor de acceso se vislumbra una silueta que con cada paso se va tornando más visible. Cuando sus extremidades, por fin, pisan el plano en la cabina de mando, se sella la entrada automáticamente.
Se adelanta la Científica K3.
—Bienvenido al BuKu, Gerente PU, le desea nuestra tripulación.
Y le estampó un sonoro beso en la mejilla, coloreándole los pómulos de un tono bermellón.
—Muchas gracias por el recibimiento.
—Esto no es nada, he preparado un delicioso menú en tu honor.
— ¿Qué eres?
Por primera vez una respuesta dejaba sin palabras a C50. Me apenó el rictus de tristeza que esbozó.
—Contramaestre P2 a sus órdenes.
—Si va a hacerse cargo de este cacharro, hay varios puntos que me gustaría discutir con usted. Mecánico KK a su servicio.
—Suponía que luego de dos viajes ya se habían realizado todos los ajustes necesarios. ¿Me equivoco?
—No, por supuesto.
—De acuerdo, confió que seguirá en la misma tesitura y navegaremos el BuKu siempre a punto. Gracias.
Se giró media vuelta y encaró directo hacia mí.
—Capitana F1. Es un honor comandar en conjunto esta nave. Nunca habíamos coincidido en una misión. ¿Será porque cambiaste tu denominación?
—Gerente PU.
Entrecerré los ojos y aferré su brazo en silencio guiándolo hasta el espacio colectivo. No había ninguna decoración, los paneles grises daban una sensación de excesiva severidad. Ni música, ni aromas. Habían colocados seis puestos individuales con sus reclinatorios, cada uno con su respectivo platillo metálico, utensilios, copa de cristal y servilleta de mantelería.
Lo ubiqué al lado de la Científica K3 y el Contramaestre P2. Me situé justo enfrente entre el Mecánico KK y C50.
Las conversaciones se orientaron hacia el nuevo miembro, que se explayó sobre su currículum vitae con ampliada minuciosidad.
La cena transcurrió sin sobresalto con un buffet froid monótono que a nadie maravilló.

viernes, 25 de abril de 2008

Vestimenta de gala


Una vez en el puente de mando presiono el interfono.
—Mensaje a toda la tripulación: se da por finalizado el espacio–tiempo libre. Se solicita la concurrencia a la brevedad en el nivel superior. Listos para la recepción.
Sigo percibiendo que algo no encaja en los sistemas del BuKu. El comando es unidireccional en emisión...
—Capi, ¡qué bien que luces! Ese traje azul marino con ribetes plateados en los bordes del cuello, las mangas y los laterales del pantalón te estiliza tanto… que hasta parece que has ganado unos centímetros de altura. Se te ve… ¡elegante!
—Se agradece, C50.
Pienso que no puedo opinar lo mismo. Exhibe un conjunto de lycra ceñido al cuerpo de color naranja con pintitas verde cacatúa y solcitos diminutos dorados. Se ha colocado una peluca multicolor de melena abundante hacia todos los costados posibles y el calzado es una especie de sandalia, con plataforma de unos veinte centímetros, atada con tiras sobre el pantalón.
Se acerca la Científica K3 con un vestido de gasa transparente de color rosa, que deja entrever todas sus anatómicas curvas. Cubren sus pies unos delicados botines al tono. El cabello, con un peinado recogido, acentúa sus rasgos diminutos, simétricos y suaves.
—Capitana F1.
—Científica K3.
— ¿Yo no existo?, o me transformé en un ser invisible.
—C50, ¡qué conjunto más llamativo!
—Gracias, K3, se te ve… ¡despampanante!
Hace su ingreso el Mecánico KK vestido con una camiseta blanca sin mangas que deja relucir los grabados que tiene tatuadas por el cuerpo, unos pantalones de piel sintética, color gastado, botas de seguridad con puntera reforzada. ¿La moto galáctica estará aparcada fuera?
— ¿Qué te parece, KK? Son muy bonitas las damas de esta tripulación, ¿no?
—Sí, bueno, claro…
El último en ingresar nos deja perplejos.
—Contramaestre P2 vamos a acudir a una fiesta.
—Por supuesto, Científica K3, me he puesto mis mejores galas: traje, camisa de seda, corbata y zapatos de charol, todo negro.
—Más bien parece que vas a un entierro, P2, si parecemos los opuestos complementarios: "luz y sombra".
—Así nos vestimos en Saturno para dar un agasajo de bienvenida, C50. Proseguimos.

martes, 22 de abril de 2008

Abismo océanico


Una vez que el Mecánico KK me descartó, dejándome despojada y despatarrada sobre la cama, me puse a reflexionar sobre lo acaecido. ¿Cuál es el objetivo?, del sexus masculinus y del sexus femeninus de la Galaxia.
No voy a solicitar el traslado. Me quedaré y enfrentaré todas estas situaciones que se han interpuesto. Una necesidad imperiosa me condena a llegar al fondo de mí, como si se tratará del abismo oceánico. Me aterra esa oscuridad tan densa acompañada por el silencio sepulcral, pero también me seduce e hipnotiza el misterio de lo desconocido.
Bien, F1, basta de padecer emociones incontrolables, ha llegado el momento de adoptar tus propias decisiones y comenzar a mover las fichas de este partido a tu favor. Pierde quien se resiste a divertirse, pues bien, ¡Jugaré! ¡Al limbo con mi centro ZEN! De nada me ha servido Zafar-Emanar-Novar. ¿Hasta qué punto vivir en equilibrio es un aburrimiento por la falta de experiencias?
Vamos a prepararnos para admitir al Gerente PU. Antes de dirigirme al receptáculo de higiene escondo la Bitácora BuKu entre medio del panel superior, donde sobresale una arista. No me fió del gabinete inviolable.
Termino de asearme y decido ponerme mi vestimenta de gala, sólo la he llevado en dos ocasiones, cuando me gradué de LUG hace más de diez años y cuando fuimos a esa cena con PU por los Festejos Intergalácticos Plutonianos, que finalizó abruptamente cuando se disparó una tormenta de meteoritos.
Salgo al corredor desierto, observó que hay catorce divisiones, siete a cada lado. ¿Era necesario ubicar a PU a mi flanco izquierdo? Habito justo en la mitad a estribor ya custodiada a mi derecha por el Mecánico KK; la Científica K3 está situada a babor en el primer camarote; el Contramaestre P2 del mismo lateral pero en el séptimo lugar y C50… ¿no sé cuál es su compartimiento?

viernes, 18 de abril de 2008

Antediluviano


Me siento a escribir rabiosa. Hasta tengo la impresión que me sale espuma por la boca.
¿Será posible vivir toda esta anormalidad? Mis fuerzas están al límite del colapso. Todavía no he realizado ninguna tarea concerniente con el objetivo de mi contratación y por lo que han manifestado mis compañeros, ellos tampoco, excepto C50, que lo único que hace es cocinar.
¿Cómo es posible que PU me haya rastreado hasta aquí? De nada sirvió cambiar mi denominación. Sus contactos son muy influyentes.
¿Y para qué imponen una comandancia conjunta si desde que empezó este periplo no se ha ejecutado nada? Es absurdo. No puedo compartir con él la responsabilidad del BuKu. Solicitaré traslado ipso facto.
Cierro la Bitácora.
Cuando estoy por salir de mi camarote... Me subyuga alguna morfología similar a un enorme oso polar. Me toma por la cintura y me deposita erguida sobre una silla. Se me cierra la garganta, sin poder pronunciar palabra alguna.
—No digas nada, sé que lo deseas tanto como yo.
Siento como mi vestimenta es rasgada y tirada al plano. Unas manazas aprietan fuertemente mis nalgas paralizándome por poco la circulación sanguínea. Una boca jugosa y áspera succiona mis pechos. Soy lanzada como pelota de rugby a la cama, reboto mientras el jugador se lanza a por mí. Un calor aflora desde dentro de mi entrepierna, algo penetra rozando. Sangro. El movimiento se acelera, similar a un herrero martillando una pieza fundida para darle forma. Cuando su intensidad es máxima, todo acaba con una exclamación de gloria.
— ¿Te gustó?
Me lo quedo mirando al Mecánico KK tratando de inferir que había ocurrido.
—Eres de las calladitas, ¿eh?
¿Cómo le explico que no sentí absolutamente nada? Para ser más precisa experimenté como un antediluviano me invadía pensando que yo deseaba eso.
—En el próximo te consentiré un poco más. Ya puedes presumir que sucedió algo “entre nosotros.”
¡Será obtuso!, ni siquiera se entera de mis sensaciones. Es la primera vez que copulo en cualidad física. Es tan diferente en Neptuno.

miércoles, 16 de abril de 2008

Comandancia conjunta


Nuevamente en el puente de mando, convoco a todo el equipo para retomar la reunión sobre la tarea a realizar en la Galaxia de Andrómeda. Estamos en zona estática de anclaje en fase dos en el vértice más alejado de la base de donde se puso en contacto el Gerente PU.
Para abordar la nave debe ser admitido desde este puesto.
—Bien, vamos a verificar cada uno de los módulos. ¿Comienza, usted? Contramaestre P2.
—Capitana F1, he comprobado que hay una nueva incorporación.
— ¿Quién es el candidato?
—El Gerente Estelar Plutón, un GEP denominación PU.
— ¿Qué? Bajo ningún concepto admitiré su presencia mientras comande esta nave.
—Capitana F1, es admitido en rango compartido con el suyo. Se cambia a comandancia conjunta.
Me siento al borde de la locura, todo gira demasiado vertiginosamente, mis glóbulos oculares dan un giro de noventa grados, mis rodillas se flexionan hacia delante, caigo desparramada, como leche hervida sobre una hornalla incandescente.
—Un poco más de O. Se está recuperando.
—Ya me siento mejor, Científica K3. Sigamos.
—Te deseo —me susurra al oído.
—Sigamos… Mecánico KK.
—Capitana F1.Me han expuesto que el viraje de la nave en el último tramo recorrido no estuvo a la altura que este cacharro se merece, por eso requieren que ajuste los controles de navegación a máxima sensibilidad, entonces voy a adaptar...
—Científica K3.
—Han aplazado la recogida de muestras de materia oscura, hasta nueva notificación. Capitana F1… Además se me solicita proceder como anfitriona para el nuevo…
—C50, ¿ha cambiado algo más que el menú?
—Sí, Capi, me piden que acondicione otro camarote contiguo al tuyo. También que prepare un agasajo de bienvenida, donde todos, sin excepción, deben presentarse.
—Bien, en mi módulo sugiere, que cuando lo crea conveniente acceda el abordaje al Gerente PU. Doy por finalizada la reunión. Se otorga espacio-tiempo libre para toda la tripulación hasta nueva circular

martes, 15 de abril de 2008

Nuevas orientaciones


Una vez en mi espacio de relax, no derramo una sola lágrima. Quiero, pero ya no salen.
Sigo tratando de percibir ¿cómo es posible que me esté sucediendo este caos? Me desplomo sobre la cama. Llaman. No contesto. Una parte de mí se resiste a seguir aceptando tanta insensatez. Vuelven a llamar. Persevero firme en mi decisión. ¿Qué quieren? No soporto más. Insisten. ¿Cuánto más podré tolerar? Otra vez llaman. ¡Basta!, por favor. Tocan, ésta vez sin detenerse. ¿Por qué no abran colocado un sistema óptico en el frontal de cada camarote?
Cedo, abriendo el panel de ingreso.
Ingresa la Científica K3 sonriendo. Toma mi mano y la comprime con fuerza, esforzándose por transmitir un sentimiento. Comienza a desnudarse. Se sienta al borde de la cama sin otro atributo que un collar de perlas en su cuello. No puedo rebelarme. Me siento debilitada. Se levanta y abre la ducha. Prueba el agua con la mano. Me desviste y me lleva al receptáculo de higiene donde me asea todo el cuerpo, haciendo mucho hincapié en la entrepierna. Toma una toalla y me seca con mucha delicadeza. Me deposita sobre la cama de cúbito ventral. En toda oportunidad me hace sentir la seguridad de lo que está aconteciendo.
Se vuelve sobre sus pasos y repite la operación a sí misma. La espió como se enjabona. Veo sus pechos erguidos que me apuntan y advierten del riesgo. No puedo reaccionar. Me cautiva mucho ver una configuración como la mía.
Cierra el acueducto. Se acerca empapada. Se sube a mis nalgas, como si fuera una primitiva amazona montando a pelo sobre un equino. Me estremezco. Nunca había sentido la complexión de otro ser sobrepuesto al mío.
Me siento tan exaltada que busco tantear su cuerpo. Me detiene apretándome fuerte entre sus piernas.
—Relájate. Disfruta de las sensaciones. Permite que tu interior se libere. Te urge con plétora.
—Pero…
—Déjate levar por tu instinto femenino. Inaugura como mujer.

lunes, 14 de abril de 2008

Plutón


Nos reunimos en la cabina de mando. Antes de emitir mensaje alguno, aparece un holograma.
—Gerente PU solicita comunicación con la Capitana F1.
Me paralizo. Si acepté esta misión sin mucha dilación fue por él.
—Capitana F1 deniega comunicación con Gerente PU.
—Delfincita, sólo te pido que me escuches.
—Por qué no le solicitas a la otra que te escuche.
—Sabes muy bien que con ella fue sólo éxtasis.
—Pues, quédate con el “sólo éxtasis” de esa tiburona.
—Eres el amor de mi vida. Te extraño.
—Pues me estás comprometiendo, ya que estoy relacionada con un compañero, el Mecánico KK.
Se giró hacia el holograma con tal cara de tonto, que cumplió con mi cometido, plantar la semilla de la duda.
—Pues te estoy esperando en la base de la Galaxia de Andrómeda y solicito abordar la nave.
¡Pero cómo se atreve a presentarse en mi trabajo!
—Se pierde la transmisión.
—Sé que sigues conectada.
—Ya no.
Oprimí el interruptor cortando el acceso, en realidad hubiera querido cercenar su omnipotencia plutoniana. ¿Por qué continuamente me atraen los seres insensibles, poderosos y absorbentes?
— ¿Qué está diciendo?, Capitana F1
—KK, ¿comentas tú lo que sucedió entre nosotros?
—Capitana F1 no sucedió nada “entre nosotros”
—Ahora lo niegas.
—Sólo hiciste un espectáculo inolvidablemente impúdico.
—Capitana F1 no es profesional participar a un miembro del equipo en sus temas personales.
—Contramaestre P2 no se interponga en lo que no le compete.
—Pues es mi deber recordarle que debe comportarse.
—Pues estoy harta de los seres masculinos. Siempre quieren conservar la razón, la lógica, el pensamiento objetivo. ¡Harta! Me cambiaré de orientación. ¡Estoy hasta la mismísima coronilla!
Observé como todos me miraban estupefactos. Me retire. Lo último que me faltaba era que se presentara mi ex compañero a demandar nuestra intimidad.

viernes, 11 de abril de 2008

Punto de anclada x=2


Agradezco contar con el Contramaestre P2. Atravesamos la paralaje estelar en 775 kpc. Llegamos a las coordenadas estelares ascensión recta 00°42,8′ y declinación +41°16′ sin explosionar. Un grado de variación y el BuKu estamparía en la zona de anclaje, desmembrándonos a todos, como a puré de bebé tirado al suelo. Estos seres son súper precisos, aunque un tanto estrictos. Me he sentido inspeccionada y juzgada. No tiene ningún derecho a inmiscuirse en mis asuntos íntimos.
—Mensaje a todo la tripulación: verificar los módulos individuales de fase dos; reunión en el espacio colectivo; punto de anclada completo; x=2… De inmediato.
Me recibe un espacio cuadriculado en tonos rojos, azules y amarillos, colores primarios de los cuales se componen todas las variaciones. Empiezan a girar los paneles convirtiendo el receptáculo en una esfera multicolor que emite sonidos sicodélicos.
Se torna imposible realizar la reunión. Nadie se oye, ni siquiera gritándose al oído.
El Contramaestre P2 se desmaya, producto del mareo inducido por la exposición a tonalidades contrastantes.
Salimos todos al unísono hacía el nivel superior. KK carga a P2 como si fuera un alfiler de lo fino que es, pura fibra. Posponemos la verificación de los módulos hasta que todos se encuentren en condiciones de acudir.
Pasa un extenso lapso y todos continúan en sus respectivos camarotes. Me inquieta tanta quietud. Decido averiguar cómo sigue nuestro colega.
—Contramaestre P2, Capitana F1 solicita el ingreso.
Se abre el panel de ingreso. Sale una brisa helada que congela mi pecho. El silencio es categórico. Huele a nieve eterna de una cumbre de más de cien mil metros de altitud.
—No se preocupe, Capitana F1, me estoy recuperando. Sólo necesito descansar en soledad.
—Espero que no se tome a mal mi interrupción.
—No tengo tantas pretensiones, me educaron en forma rígida y solitaria.
—Entonces, es una cuestión de responsabilidades.
—Sí, Capitana. Primero el deber, luego más deber y por último, otra vez deber.
—Ni bien se sienta repuesto, proseguiremos.

martes, 8 de abril de 2008

Neptuno cuadratura Marte


—Capitana F1.
—Mecánico KK se puede saber ¿dónde estaba?
—No empecemos así. ¿Qué le parece compartir eso que esta bebiendo?
—De acuerdo, hagamos una tregua. Tome, éste preparado de C50 es muy relajante.
— ¡Está bueno!
—No me ha contestado a su desaparición a la reunión de fase 1.
— ¿Qué le parece si le cuento todo mientras me hace un lugar en el sofá?
Y me tomó entre sus brazos, dos cilindros de metal recubiertos de piel sintético-humana, me apoyó contra el respaldo y se colocó en forma inversa, quedando mi rostro a la altura de sus genitales, puesto que mide más de dos metros del metro sesenta y dos que plasmo.
Le permití el atrevimiento, esperando que C50 regresara pronto con el alimento elaborado.
—Todavía espero una respuesta.
—Eres implacable.
—Le escucho.
—Luego de una batalla, el guerrero victorioso debe descansar para el próximo embate.
Comenzó a hablar sin parar, desde su niñez en el planeta Marte hasta cada una de sus conquistas femeninas por toda la Galaxia, por momentos dejaba de atender a su discurso, las palabras se hacían más espaciadas e inconexas.
De pronto sentí como mi occipucio se incrustaba en el diván a causa de una protuberancia que se inflamaba sobre mi cara.
No recuerdo nada. ¡Qué dolor de cabeza! ¿Dónde estoy? Me palpo. Estoy vestida. Respiro aliviada. Salgo al corredor. ¡Estaba en el camarote del Mecánico KK! Me abalanzo al compartimiento contiguo, mi espacio de relax. Llaman. No contesto. Insisten. Abro el panel de ingreso.
—Capi, te dije que no te excedieras con el elixir. Te traje esta pócima de ácidos acéticos que neutralizan la resaca. Bebe.
— ¿Qué sucedió, C50?
—Nos distes una lección de erotismo a KK y a mí. No sabía que tenías ese bagaje inconfesable, hasta nos brindaste un desnudo rijoso. ¡Estuviste bárbara!

lunes, 7 de abril de 2008

Galaxia de Andrómeda


Me encierro en mi camarote, es inaudito que nos envíen a esa mancha nubosa amarillenta, sin considerar que se encuentre en el espacio diametralmente contrapuesto del cual estamos, además de ser una zona de suma inestabilidad. El mayor inconveniente es literalmente que el BuKu estalle en la zona de anclaje debido a la gran cantidad de materia oscura que opera en su núcleo.
Decididamente he perdido mi centro ZEN, no puedo auto controlarme, me siento absolutamente devastada y sometida a una constante lucha interna en pos de defenderme de un enemigo invisible, porque lo desconozco, pero sé que en algún lugar existe. Cierro la Bitácora y la guardo, como siempre, en el compartimiento inviolable. Si ha de explotar todo, primero quiero gratificarme físicamente.
Bien, F1 vamos al espacio colectivo.
La decoración ha cambiado nuevamente, los paneles son árboles de un frondoso bosque que desprenden aroma a resina, en el centro del recinto sólo se visualiza un único sofá de piel color madera de roble, iluminado por una tenue luminosidad ámbar. A lo lejos se oye el canto de los pájaros casi al amanecer en primavera.
— ¡Qué sorpresa!, Capi, ¿qué te puedo ofrecer?
—C50, ¿que hay para alimentarse?
—Tenemos un surtido de alimento neutro en sólidos y en líquidos siempre disponibles
—Me refiero al alimento elaborado.
— ¡Ah! A la usanza prístina. Debo consultar mi módulo, Capi, pero mientras tanto disfruta de este elixir burbujeante exquisito. Es muy meloso y refrescante, no te pases, que es muy embriagador. Enseguida regreso.
Sabe muy delicioso este preparado color turquesa, con burbujas plateadas que se desintegran sobre la nariz, produciendo un efecto festivo, aunque nada tenga que festejar en este momento.
Otra vez la misma pregunta: ¿porqué acepte comandar esta nave sin conocer a la tripulación?, ¿por qué?, ¿por qué?
Escucho unos pasos que descienden del nivel superior. Es el Mecánico KK.

miércoles, 2 de abril de 2008

Cambio de trayectoria


Hacia tanto que no salían lágrimas de mis ojos que se me irritaron los lagrimales, me quedé sin visión externa. No podía continuar con la Bitácora. Sólo me quedaba reflexionar sobre la vivencia acontecida y sellar la herida con pegamento medicinal para una auto-cicatrización instantánea.
¿Cuánto hacía que no me acariciaba otro ser?, ¿Cuándo fue la última vez que un prójimo había manifestado interés sexual en mí?
Me criaron en el planeta Neptuno, donde nos amamos emocionalmente, nuestros cuerpos nunca toman contacto. Igual sentimos orgasmos, como cualquier ente de la Vía Láctea.
En el BuKu, en un lapso reducido de conocimiento interpersonal, dos veces me sentí avasallada. Debo reconocer que la sensación, una vez superado el temor, fue de éxtasis sublime. Me avergüenza admitir que una parte de mí deseaba continuar la experiencia…
Pero, ¿adónde me dirige todo esto?, ¡a ningún vector!, si al margen de toda esta catástrofe que siento que se avecina, todavía me entrego a vivir nuevas sensaciones, ¿Quién va a guiar esta nave? ¿Cómo vamos a cumplimentar con los módulos?
¡Basta!, vamos a concluir con la primera fase y a continuar sin distracciones.
Paso por delante del camarote de la Científica K3, se abre su panel de ingreso, me giro para mirarla y me muestra unos ojos aún más enrojecidos que los míos, sigo imperturbable hacia el nivel inferior, escuchó que sus pasos secundan mi andar. Antes de ingresar al espacio colectivo, me detengo a observarla. Baja el mentón, evitando el contacto visual. No pronunciamos palabra alguna. Entramos.
— ¿Donde estaban nuestros tesoros femeninos?, ¿Llorando juntas?
—C50 le dispenso de estar presente en esta reunión.
—Capi, es que estoy aburrido.
—Entonces, mantenga los maxilares apretados y apréstese a escuchar. ¿Todavía no se ha presentado el mecánico KK?
—Capitana F1, con tanto aplazamiento, he vuelto a verificar mi módulo y se solicita cambio de trayectoria a la Galaxia de Andrómeda.
— ¿Adónde? Contramaestre P2.

lunes, 31 de marzo de 2008

Venus y Marte


Me dirijo directamente al camarote de la Científica K3, un tanto molesta por la falta de colaboración del Contramaestre P2 y de la total despreocupación de C50. Sigo percibiendo que algo no encaja bien, ¿para qué acepté presidir un equipo sin poder elegirlo?, ni siquiera pude conocerlo previamente.
—Científica K3, ¿se encuentra bien?
Se desempalma el panel de ingreso al camarote, está escasamente iluminado, sólo distingo sombras en la penumbra, pero percibo sudor, fluidos orgánicos, epidermis…
—Estoy de maravilla, Capitana F1, ¿se suma?
Siento el cálido contacto de una membrana sensible, suave, húmeda que roza mis labios entreabiertos y por detrás una mano firme, musculosa y rústica pellizca uno de mis glúteos.
—Científica K3, ¿qué sucede aquí?, ¿qué es todo esto?
—Capitana F1, usted comandará al BuKu, pero cada uno decide hacer lo que le plazca con su espacio-tiempo disponible. K3 me pidió que la auxiliara porque le cayó mal el alimento elaborado y se nos hizo tarde, no íbamos a comenzar conociéndonos con coitus interruptus.
Me giré sobre mi misma y salí expulsada hacia mi camarote, era tal la velocidad impregnada que ingresé con el panel todavía entreabierto y me corté la ceja derecha al golpear con la base filosa y contundente. Me puse a llorar, no de dolor. De indignación.
—K3, te dije que no la invitáramos a pasar a la Capitana F1.
—KK, ¿cuál es el problema?, me siento en una nebulosa cósmica girando elípticamente en sentido positivo a velocidad de rotación media, tornándose nuevamente alta…
—Espera, no puedo enseguida, déjame recuperar energía.
—Ha sido mi primera experiencia con un sujeto sexualmente complementario, siento amor por todo el Universo, nuestra galaxia, la Vía Láctea, mi bello planeta Venus…
— ¡Pará! ¿Qué te sucede?, ¿te has vuelto loca?, ¿Qué es todo este discurso?, me voy a duchar a mi camarote, nos vemos en el espacio colectivo. Date prisa que nos están esperando.
— ¿pero?, KK es…

viernes, 28 de marzo de 2008

Punto de anclada x=1


—Mensaje a toda la tripulación: verificar los módulos individuales de la primera fase; reunión en el espacio colectivo; punto de anclada completo; x=1. Se sugiere prontitud.
Ha cambiado la decoración, los paneles son azules como el infinito con salpicaduras luminiscentes marinas, asemejándose al abismo oceánico, en el ambiente flota el salitre y hay dispuestos cinco espaciosos y confortables divanes blancos, que al acomodar las posaderas, se siente ondular sobre espuma de mar.
—Capitana F1, Contramaestre P2, a sus órdenes.
—No esperaba menos que puntualidad de su parte. ¿Ha verificado su módulo autónomo?
—Sí, es el mismo que emitiera en el punto de zarpada.
—Divina, ¿Qué pasa?, es necesario que esté aquí, sólo soy el Cocinero de a bordo.
— ¿Le han entregado un módulo personal?
— Sí, ¿y qué?
—Entonces, también le corresponde verificar el alcance de cada fase en equipo.
—Okey, tesoro, sólo preguntaba. ¿Y los otros dos? ¿Venus ya ha seducido a mi Marte?
— Bien, repetiré el envío —Mensaje a toda la tripulación: verificar los módulos individuales de la primera fase; reunión en el espacio colectivo; punto de anclada completo; x=1.
Se sugiere prontitud… modificado: de inmediato.
—C50, ¿ha vuelto a verificar su módulo desde que se lo entregarán?
— ¡Por supuesto!, Capi, y lo corrigen con cada nueva recomendación. En el primer holograma el menú a preparar era de…
—Bien, entonces, ¿sólo se le instruye de gastronomía?
—Soy el Chef, ¿do you remenber?, C50, tu más ferviente admirador homosexual, ¿qué me van a pedir?
—Contramaestre P2 diríjase a los camarotes del Mecánico KK y de la Científica K3, verifiquemos que ninguno se encuentre indispuesto como para no poder concurrir a la sesión.
—Capitana F1, esa no es una de mis responsabilidades.
—Bien, lo ejecutaré por mí misma.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Planeta Alphard


Fue demasiado, el soberbio menú no permitió que pusiera un límite a mi placer en las papilas gustativas, tanto tiempo no utilizadas y mis vísceras expulsaron el exceso por todos los medios posibles.
El postre, una mousse de chocolate de una exquisitez soberbia, no sobró un ápice, nos devoramos todo lo que nos preparara C50, algo que muy pocos organismos estamos habituados. El alimento sintético con sabor nulo es lo que nos mantiene con energía a la mayoría de las especies en la galaxia.
— Fue una locura, ¡una suculenta locura! — lancé a la bóveda universal de mi camarote con unas carcajadas de alegría agitadas con dolor ventral.
Si sigue haciéndome sentir este goce primitivo, que importa su inclinación sexual y su mal gusto para caracterizarse, al contrario puede ser un muy buen confidente en este ambiente de extravagantes.
Bien, vamos a comunicarnos con Alphard y solicitar las instrucciones procedentes.
De camino al compartimiento de mando me cruzo con el rudimentario Mecánico KK que rápidamente se introduce en su camarote, ni sabía que estaba en el tramo contiguo.
Llego hasta el nivel superior, la cabina se encuentra totalmente desierta, supongo que los demás deben estar padeciendo malestares gástrico-intestinales y me dispongo a enviar un mensaje holográfico.
—Nave BuKu, Capitana F1 solicita instrucciones para concluir la primera fase.
—Planeta Alphard, Mensajero HP69 no entiende su petición.
—Nave BuKu, Capitana F1 ha sido informada de anclar en sus inmediaciones y demandar procedimientos.
Silencio.
— Nave BuKu, Capitana F1, reitero, ha sido informada de anclar en sus inmediaciones y solicitar pautas para proseguir a fase dos.
Silencio.
—Planeta Alphard, Mensajero HP69 ha ocurrido un fallo. Vuelva a verificar el módulo.
Me quedó perpleja, observando en derredor y descubro que el puente de mando es completo, pero impropio, los instrumentos de navegación se encuentran dentro de paneles, haciéndolos poco visibles, las comunicaciones hacia el exterior sólo son posibles en delimitadas frecuencias, y sobre la cúpula cristalina sobresalen unos focos que no emiten luminosidad.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Usanza prístina

Luego de reaccionar, desencajándose mi maxilar inferior ante semejante introducción, pensé: por lo menos, para mí, es inofensivo.
—Provengo del planeta Urano, pero desde pequeño viajo por toda la galaxia, captando algo de aquí, otro poco de allá. Me considero sumamente sociable y abierto a todo, y a todos, en especial a los guapetones como tú, ¡tesoro! —dijo guiñándole un ojo al Mecánico KK, que casi expulsa el alimento antes de ingerirlo.
—Bien, vamos a sentarnos y a festejar este primer desplazamiento exitoso.
—Capitana F1, a mí me gustaría ubicarme a su lado, es que no estoy acostumbrada a estar rodeada de seres masculinos, particularmente es mi primer trabajo fuera del planeta Venus.
—Pues ha llegado el momento que conozcas nuevas orientaciones —espeté y la aleje al sector opuesto del espacio colectivo.
Bien, ¿qué nos has preparado C50?
—Les he preparado para agasajarlos un menú de tres platos a la usanza prístina, entrante, primer plato y segundo plato, espero que tengan muy buen apetito, porque además degustaran el postre, un alimento basado en sustancias dulces, que sólo sirve para regodearse.
Quede acomodada entre el Contramaestre P2 y el Mecánico KK, luego le seguía la Científica K3, y por último cerrando la circunferencia C50.
Se abrieron cinco paneles y unas grúas depositaron el plato con el entrante sobre el platillo metálico.
—Como podrán apreciar esta preparación trata de una ensalada que en su base tiene un lecho de apio mezclado con manzanas verdes espolvoreadas con nueces y sazonada con una crema de mayonesa suavizada con nata líquida. ¡Qué lo disfruten!
Nadie pronunció palabra.
Se volvieron a abrir los paneles, las grúas retiraron los platos, que quedaron unánimemente vacios y colocaron los siguientes.
—Este primer plato tiene como proteína principal, al sabor del mar, trata de una vieira apoyada en una salsa de aguacate rociada con aderezo rosa al brandy. ¡Qué lo saboreen!
Continuó el silencio sensorial gustativo. Los platos se retiraron desiertos y se colocaron los últimos del menú.
—Este segundo plato tiene como proteína principal, al sabor de la tierra, trata de cordero marinado en vino negro con salsa de champiñones acompañada de una guarnición de puerros, patatas, zanahorias y brócoli al vapor condimentada con una vinagreta muy ácida. ¡Qué se deleiten!

miércoles, 12 de marzo de 2008

Espacio colectivo

Partimos sin mayores dilaciones del punto de zarpada. Debo reconocer que el Contramaestre P2 es rigurosamente eficiente, en un grado que roza lo perfecto. Por algo será que esta especie se ha desarrollado tan acertadamente en el planeta Saturno.
Su posicionamiento en todo momento en la exactitud de las coordenadas celestes, ascensión recta 09º27’35.24”y declinación -08º 39’ 31.0’’, hizo que atravesáramos la paralaje estelar en 53,29 pársecs, uno menos que mi cálculo previo, y en todo el ínterin, el velero se deslizó suavemente, como practicando esquí acuático entre nebulosas, binarias espectroscópicas, supernovas…
Me alegra que el Mecánico KK equivocara su augurio de una lenta deriva y se haya tenido que tragar su categoría sobresaliente. Si en algo acerté, fue en elegir el tipo de embarcación. En realidad, es lo único que me dejaron optar.
Para festejar un buen arribo a la zona estática de anclaje, dentro de la constelación de Hydra, decidimos alimentarnos todos en conjunto en el espacio colectivo, un área circular de aproximadamente un séptimo del BuKu, ubicada justo en el centro, en el nivel más bajo.
El ambiente es muy fresco y luminoso, hay todo tipo de dispositivos para el entretenimiento, estudio, comunicación e interacción. Tanto el color de los paneles, como de la superficie están decorados de viola riviniana igual que la flor, además de asumir su textura sedosa, emana su aroma, que se esparce por todo el recinto. La cúpula es una imitación de la Vía Láctea en movimiento. Depende como te sitúes, marea un poco. Una suave melodía cósmica infunde serenidad.
Habían preparados cinco puestos individuales con sus respectivos reclinatorios, cada uno contenía un platillo metálico, utensilios, un cáliz y una servilleta descartable. Hacía tanto tiempo que no comía alimento elaborado, que no sabía cómo iba a reaccionar ante lo que apareciera por detrás del panel de servicio.
Lo que surgió fue un ser mimetizado de pies a cabeza de color fucsia fosforescente, que enfilo directo hacia mí.
—Hola, ¡divina!, ¿qué tal?, me presento: tu cocinero de a bordo C50, además de instructor lúdico, ¡tú más ferviente admirador homosexual!

lunes, 10 de marzo de 2008

Venus conjunción Venus

Estoy temblando, aún no sé si es de ira o de oprobio. Cuando me encaminaba hacia la cabina de mando, me estaba esperando frente a su camarote, ubicado justo delante del pasaje de desplazamiento a los otros niveles, mi única compañera mujer.
—Capitana F1, a sus órdenes, la saluda la Científica K3.
—Al fin escuchó su voz.
—Seguramente ya le deben haber dicho que posee una bella cabellera policroma áurea —y tocó con las puntas de sus dedos un mechón que caía sobre mi hombro izquierdo a la altura del pecho.
Me la quedé mirando fijamente y atiné a pronunciar — ¿Cuál es su preparación?
—He sido preparada en Física Interespacial Química, FIQ. Era la única posibilidad que tenía de salir del planeta Venus, allí todas somos féminas y por ende nos relacionamos sexualmente entre nosotras…
—Bien, suficiente por esta vez —y retrocedí a mi camarote.
Al empalmarse el panel detrás de mí, vociferé: ¡Pero será posible!, de toda la galaxia han elegido meternos en una misma nave, a un grupo sexualmente discordante, ¿Cómo vamos a guiarnos en armonía? ¿Qué sentido tiene todo esto?
Agradezco que los camarotes sean insonorizados.
Me voy a dar una ducha de agua fría para bajar la excitación mental o emocional, ¡ya no sé qué registro!
No debo permitir perder mi centro armónico ZEN. Inspira por la nariz a fondo, y expira por la boca soltando el aire de forma súbita para liberar toda la tensión acumulada en cada partícula del organismo, otra vez…, otra vez…
No hubo forma, terminé desahogándome a mí misma, como en plena etapa púber. Y decidí postergar la partida del BuKu hasta serenar totalmente mis ánimos.
Cuando me estaba quedando adormecida, recordé que aún me faltaba conocer a nuestro último compañero.
Me desvelé.

viernes, 7 de marzo de 2008

Constelación de Hydra

Mis ojos recorren la esfera circundante, es la primera vez que disfruto de un espacio de relax tan confortable, con sus paneles animados, la cubierta como una bóveda universal y el plano aterciopelado como la piel de un felino, por supuesto todo creado por rayos estelares. Hasta se huele el aroma a narcisos recién despiertos por el rocío del crepúsculo matutino y un suave murmullo a oleaje marino inunda la cavidad de música pisciana. Me recuerda a mi planeta, Neptuno.
Abro el archivo principal, al fin puedo ocuparme del módulo que me compete. Vamos a ver de qué trata todo este misterio, supongo que a nadie se le explicó en demasía la finalidad de este periplo. Emito el holograma.
Para mi sorpresa sólo expone que nos dirijamos a la constelación de Hydra, la más grande de las ochenta y ocho que en total se han clasificado en toda nuestra galaxia, posee un área de 1303 grados cuadrados, que comienza en la constelación de Cáncer con la cabeza de la serpiente acuática y su cola concluye en la constelación de libra.
El trabajo a realizar no es muy específico, muestra llegar a sus inmediaciones y esperar instrucciones desde el planeta Alphard, que es una estrella gigante naranja con una magnitud aparente de + 1,99, luminosidad de 400 soles, temperatura de 4000 K, con un radio de 40 soles, es del tipo espectral K3 II-III y alcanza una velocidad radial de -4,3 km/s.
De esta gestión lo que menos me gusta es la desorbitada reserva respecto de quienes somos, porque nos han reunido tan sigilosamente y se nos va informando fase por fase en forma individual y complementaria. Sigo percibiendo que no debí aceptar el ofrecimiento, pero soy una cobarde.
Demasiadas preguntas y todavía estamos en zona estática. Bien, vamos a poner rumbo a la constelación de Hydra y preparar el BuKu para desmaterializarse en el punto de zarpada y materializarse en el punto de anclaje, verificaré los datos con el Contramaestre P2, por mi parte he calculado que la paralaje estelar a atravesar será de aproximadamente unos 54,29 parsecs.

Viendo antropoides

No he podido descansar en todo el intervalo de relax, ¿Por qué no se pudo comenzar este viaje con unas simples presentaciones? Cada individuo hubiera proporcionado una breve exposición de su trayectoria, ascendencia planetaria y habilidades innatas.
Sabía que iba a tener problemas con este trabajo, no debí aceptar la propuesta.
Bien, ahora F1 a resolver esa situación de enemistad entre dos sujetos diametralmente opuestos. ¡Vamos! Al puente de mando.
Subí escopeteada por una energía determinante. No sin antes guardar muy recelosamente la Bitácora dentro del gabinete inviolable.
—Encargado de mantenimiento KK, ¿está conforme con las especificaciones de navegación del BuKu?
— ¡Ésta es la peor nave que me han designado hasta la fecha! Es un trasto deplorable que deriva muy lentamente y sus sistemas de control son demasiado sensibles a cualquier radiación electromagnética y…
—De acuerdo, me ha quedado absolutamente clarificada cual es su opinión al respecto. En lo sucesivo le propongo que se dirija a mí para exponer sus valoraciones. ¿Cuál es su preparación?
—Estoy preparado en Mecánica Espacial Diferencial, un MED con categoría sobresaliente, del planeta Marte por eso…
—Bien, lo tendré en cuenta para la toma de decisiones en conjunto. Ahora cada uno infórmese de los módulos que han de ocupar su atención en ésta travesía. Durante el próximo espacio-tiempo que calcularemos en función de 1x+1, comentaremos el alcance de la primera fase que nos han encomendado, siendo x= al valor inicial del punto de anclada.
¡Vaya espécimen! y todavía me falta escuchar a los otros dos.
Habremos conquistado hasta la última nube de polvo cósmico de nuestra galaxia, la Vía Láctea, pero no contemplo que hayamos evolucionado como especies en la misma proporción, al contrario a veces sigo viendo antropoides, ya evolucionados en toda la estructura intergaláctica.

miércoles, 5 de marzo de 2008

El primer escollo

Me alegra haber elegido este velero intergaláctico, apodado cariñosamente por su creador, BuKu, es una nave refinada, de bello andar y muy manuable en recorridos de grandes distancias, su materialización y desmaterialización es de un noventa y nueve por ciento confiable, que se sepa no ha dejado a nadie en el limbo galáctico.
De mis compañeros no puedo opinar lo mismo, somos un grupo un tanto heterogéneo. Provenimos de planetas diferentes, nos intercomunicamos a través de unos chips que han sido introducidos en nuestros cerebros, que traducen automáticamente los múltiples códigos lingüísticos existentes hasta el momento. Salvo esto no tengo la menor idea de quienes compartirán conmigo esta aventura.
Esto me hace rememorar el día que me ofrecí al cargo de Limpiadora Universal Galáctica, me convertí en una LUG, nosotros tenemos como objetivo mantener el nivel de tolerancia entre las sustancias nocivas y las beneficiosas de esta inmensa galaxia, de esto ya han pasado diez años y todavía reconozco que me siguen sorprendiendo las maravillas de la Vía Láctea.
—Capitana F1, necesito hablar con usted.
—De acuerdo, enseguida subo a la cabina de mando.
—No, necesito que sea en su camarote privado.
— ¿Quién lo solicita?
—Su segundo al mando, el Contramaestre P2.
—Bien, ¿qué pasa que debamos hablar aquí?, le advierto que esta es la primera y última vez que nos vemos en este espacio físico.
—Me niego rotundamente a recibir órdenes de un mentecato, heterosexual, macho de las cavernas.
— ¿Eres un LUG?
—No, en mi planeta nos preparan para LOM, Limpiadores Ocupación Mínima. Somos seres hermafroditas que…
—Bien, ya escuché suficiente, vuelva a su posición, personalmente me ocuparé de su petición.
Lo dicho, estoy rodeada de unos individuos raros, de especies sorprendentes y yo no dejo de ser, también una excéntrica. Vamos a ver como resuelvo este primer escollo, tendré que navegar con mucha paciencia, agudeza y determinación, porque no voy a volver a permitir que me saquen de mi centro armónico ZEN.